Guía para aprender a manejar y sacar licencia de conducir en Chile

Muchos soñamos largamente con el momento de aprender a manejar y tener en nuestras manos la anhelada licencia de conducir. Aquella identificación es el paso primordial para subirnos al asiento del conductor y sentir en carne propia la libertad tras el volante de la que tanto hablan.

Si estás pensando en aprender a manejar y sacar la licencia de conducir, esta guía te será de gran utilidad. Aquí te explicaremos paso a paso todo lo que debes hacer para completar este proceso, luego del cual estarás oficialmente habilitado para manejar un auto.

Lo primero que debes saber es que en Chile existen distintos tipos de licencia de conducir. La más requerida por el común de la gente es la licencia tipo B.

Lo primero: aprender a manejar

Para aprender a manejar existen dos formas. La primera, y la más antigua, es hacerlo de forma independiente, con ayuda de algún familiar o amigo de confianza que pueda enseñarte. La segunda forma es tomar un curso de conducción.

Si no tienes nadie que pueda enseñarte o, simplemente prefieres evitar el estrés de lidiar con una persona conocida como tu maestro, tu mejor opción será tomar el curso de conducción.

Para esto, existen diversas Auto Escuelas o Escuelas de Conductores. Para conocer las que ofrecen este servicio en tu comuna o región, te sugerimos revisar el sitio de la Subsecretaría de Transportes.

Ten en cuenta que si tomas un curso, la escuela pondrá un auto a tu disposición para que rindas el examen de conducir. Del modo contrario, tendrás que conseguirte tú mismo un vehículo para el día del examen.

Para sacar la licencia: Dirígete a tu Municipalidad

Cuando hayas terminado tu curso de conducir, o cuando te sientas preparado/a para rendir el examen, lo que debes hacer es dirigirte a la Dirección de Tránsito y Transporte de la Municipalidad correspondiente a tu domicilio (esto podría requerir reservar una hora, o bien, solo llegar y esperar que te atiendan).

Allí indicas que vienes por tu licencia de conducir y te indicarán cómo continúa el procedimiento. Dependiendo del municipio y de la cantidad de personas realizando el trámite, el proceso podría completarse en una sola jornada, o bien, requerir que vuelvas otro día.

Ten a mano todo lo necesario

Ten en cuenta que para solicitar tu licencia de conducir es necesario que cumplas con los siguientes requerimientos.

1. Cédula de identidad vigente.
2. Que seas mayor de 18 años (excepcionalmente 17, pero con autorización del tutor)
3. Certificado de educación básica (o superior) aprobada.
4. Adicionalmente podrían solicitarte un certificado de residencia, que confirme que vives en la comuna donde estás rindiendo el examen. Este lo puedes obtener en tu junta de vecinos, por ejemplo, o a veces basta con una cuenta de servicios en la que aparezca tu dirección.
5. El precio que deberás pagar por tu primera licencia lo fija cada municipio, sin embargo, este es de entre $30.000 y $40.000.

Prepárate para las pruebas

Ahora solamente quedan las pruebas. Son en total tres instancias las que debes aprobar para que se te otorgue tu licencia de conducir.

Test teórico: ¡No lo subestimes!

Este test es temido por muchos, ya que, son numerosos los conductores que aún dominando el volante no obtienen su carnet de conducir por reprobar la prueba teórica.

Asegúrate de estudiar. La manera de hacerlo es repasando el Libro del Nuevo Conductor, material que está disponible de manera gratuita en el sitio de Conaset.

En el Libro del Nuevo Conductor encontrarás un total de 800 preguntas, de las cuáles 35 elegidas al azar conformarán tu examen.

El puntaje máximo del test es de 38 puntos, ya que dos preguntas tienen puntaje doble. Para aprobar, debes contestar de forma correcta 33 preguntas. Es decir, con un 87% de exigencia.

Prueba psicotécnica y chequeo médico

Este chequeo es muy rápido y lo realiza un profesional de la salud. En él, se te someterá a un cuestionario y a pruebas para medir tu capacidad de coordinación.

Algunas de las más típicas son la que mide tu velocidad para reaccionar con los pedales y el test de palanca Lahy, también conocido como “el examen de la tijera“.

Examen práctico: la prueba final

Finalmente, si haz superado todos los pasos, llegarás a la prueba de fuego: el examen práctico. Es importante que hayas ensayado lo suficiente tras el volante para llegar con calma a esta instancia, ya que de lo contrario, los nervios podrían jugarte en contra.

El examinador te indicará cuál es la ruta que deberás seguir para aprobar el examen.

Ten en cuenta que hay algunas cosas que tendrás que dominar si o si para ganar su aprobación. Estas son, por ejemplo, sacar el auto del estacionamiento, conducir de manera fluida sin interrumpir el tránsito, respetar las señales del tránsito en todo momento y estacionar el vehículo al finalizar el examen.

También es clave que el auto en el que rendirás la prueba esté con sus permisos y revisiones al día, y que conozcas a la perfección cuáles son los documentos que nunca pueden faltar en la guantera.

Si apruebas el examen práctico, ya está. Te tomarán una foto y emitirán tu licencia de conducir. ¡Ahora a conducir! Pero cuidado, que las licencias también pueden ser revocadas si no manejas con prudencia.