10 malos hábitos de conductores que pueden terminar en un accidente

Revisar el celular o acelerar cuando el semáforo está en amarillo son algunos de los malos hábitos de conductores que pueden terminar en un accidente.

A continuación te compartimos 10 malos hábitos de conductores que se han hecho comunes producto del exceso de confianza o simplemente distracción, de manera que estés atento en no caer en ninguno de estos errores y evites pasar un mal rato en la ruta.

Despreocuparse de la postura

Tener una postura de conducción adecuada no solo evitará que sufras consecuencias mayores en caso de verte involucrado en accidente, si no que ayuda a prevenirlos.

Para quien maneja es importante ir bien posicionado ya que de esta forma estás en un constante estado de alerta y con la posibilidad cierta de tener una mejor reacción. Caso contrario si es que, por ejemplo, tienes el mal hábito de conducir con una sola mano mientras la otra está asomada por la ventana.

Para conocer más detalles te compartimos nuestra guía para ajustar el asiento del piloto correctamente.

Bajar presión de los neumáticos

Hay quienes tienen la costumbre de disminuir la presión de las llantas antes de viajar largas horas por carretera. Esto porque existe la creencia de que así se disminuye la posibilidad de sobrecalentamiento de la rueda, lo que es totalmente falso.

De hecho, al disminuir la presión de los neumáticos se puede generar una fricción mucho mayor, lo que hace incrementar la temperatura de estos e incluso llegar a reventarlos. Es importante recordar que un neumático debe estar al 85% de la presión máxima indicada en la llanta.

Si quieres saber cuándo debes cambiar los neumáticos revisa esta nota con útiles consejos.

Realizar movimientos bruscos

Algunos conductores están acostumbrados a realizar movimientos bruscos al momento de manejar. Ya sea para hacer un cambio de pista, frenar o acelerar, los movimientos deben ser suaves.

De lo contrario, las ruedas pierden tracción y el vehículo al trasladar su peso rápidamente se vuelve más inestable por unos segundos, lo que puede complicarse aún más si el asfalto está resbaloso o hay un vehículo atrás que no alcance a reaccionar ante lo abrupto del movimiento.

No respetar límites de velocidad

Es uno de los comportamientos más habituales entre los conductores. Ya sea por exceso de confianza, conocimiento del camino o simplemente ansiedad de llegar pronto al destino, es común pasar por alto las velocidades máximas permitidas en cada zona.

Esta es una de las principales causas de accidentes automovilísticos graves, ya que mientras más alta sea la velocidad hay menor control del vehículo, así como menos tiempo para reaccionar a cualquier imprevisto propio o externo.

Conducir cansado

Lamentablemente algunos conductores se arriesgan a conducir cansados y con sueño, principalmente por motivos de fuerza mayor. Esto es un gran peligro tanto para quien conduce como para los otros autos en la vía, por lo que nunca debe hacerse.

No es necesario quedarse dormido para provocar un accidente, basta con cerrar los ojos unos segundos más de la cuenta o no estar en condiciones de tener una reacción lo suficientemente rápida para perder el control del vehículo y arriesgar un choque o salida abrupta de la vía.

Revisar el celular

Es quizás el mal hábito que más ha se ha incrementado en los últimos años, obligando incluso a crear campañas gubernamentales para generar conciencia de no mirar el celular mientras se maneja.

Las excusas pueden ser muchas: un llamado telefónico, un mensaje rápido mientras el semáforo está en rojo o la elección de una canción en particular. Sin embargo, no hay argumento válido ante los concluyentes estudios sobre la peligrosidad de usar el celular estando al volante.

Cruzar en amarillo

Todos hemos visto que un conductor, al ver que el semáforo cambia a luz amarilla, acelera su automóvil para alcanzar a cruzar antes que dé el rojo. Esta repetida maniobra es muy imprudente y va en contra de lo que el color amarillo en el semáforo significa, ya que es un llamado a la precaución y detenerse.

Dar un acelerón justo en una intersección es altamente peligroso. De hecho la sugerencia es siempre cruzar mirando hacia ambos lados, aunque el semáforo se encuentre en verde.

No indicar maniobras

Un error producto del exceso de confianza. Al creer que la maniobra que se va a realizar no afectará a nadie más, a veces se omite la señalización con las luces direccionales o intermitentes.

Sin embargo, no siempre podemos observar todo lo que sucede a nuestro alrededor, por lo que siempre se debe señalizar para que tanto otros autos como peatones sepan qué maniobra vas a realizar y tomen las precauciones al respecto.

No organizar el equipaje

Acomodar bolsos y bultos de manera correcta es fundamental para tener un viaje cómodo y seguro. Para esto las cosas esenciales deben estar a mano y los objetos más grande en un portaequipaje o maletero.

Hay que prestar especial atención a que la carga quede bien firme, de manera que no se desmorone a medio camino, y tampoco que afecte la visibilidad hacia atrás del conductor. Por último, tener mucha precaución en que no queden objetos sueltos que puedan obstruir los pedales o dificultar la conducción, ya que esto podría provocar un grave accidente.

No realizar revisiones periódicas

Es tarea de quien ocupa el vehículo hacerse cargo de las revisiones periódicas que este necesita para funcionar de la mejor manera.

Esto implica las revisiones de aceite, neumáticos y papeles al día, además de no ignorar cualquier sonido o vibración diferente que sientas en el auto. A continuación, te compartimos 5 consejos para conducir seguro por la ciudad que pueden ayudarte a tomar las mayores precauciones posibles

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